Auld Reekie y Atenas del Norte son sólo dos de los apodos de esta hermosa ciudad capital. Sin duda después de que la visite, usted tendrá su propio superlativo.

Un museo vivo, pero divertido. Es la historia de dos ciudades contrastantes en una, muy diferentes, la vieja y la nueva ciudad, los callejones oscuros y la Ilustración. Ambos son sitios de patrimonio mundial de la UNESCO.

El Castillo de Edimburgo domina la ciudad, de pié en guardia durante cientos de años en la parte superior de la roca volcánica de basalto. La residencia oficial del monarca es el Palacio de Holyroodhouse, un elegante edificio del siglo 17. Lo que une el Palacio con el Castillo es la atmosférica Milla Real o Royal Mile. Tanto el Palacio como el Castillo están abiertos al público. Desde el Asiento de Arturo o Arthur Seat, sitio del antiguo volcán de Edimburgo, activo 350 millones de años atrás, hay maravillosas vistas de la ciudad.

La nueva ciudad diseñada en el período neoclásico Georgiano del siglo 18, es un elegante barrio planificado de la ciudad.

La famosa calle  de los Príncipes o Princes Street también  ofrece excelentes vistas de la ciudad vieja, a través de sus jardines, y es la principal zona comercial.

En 2004 Edimburgo fue nombrada la primera Ciudad de la Literatura por la UNESCO, debido a su herencia literaria. Poetas y escritores como Robert Louis Stevenson, Sir Walter Scott, Sir Arthur Conan Doyle, Robert Burns, J. K. Rowling son sólo algunos nombres asociados a la ciudad. El escritor Ian Rankin dijo «Edimburgo no es una ciudad, es una manera de vivir».

Se puede descubrir cómo era la vida a bordo del Yate Real Britannia, residencia flotante de la Reina Isabel durante más de 40 años, ahora amarrado en el puerto de Leith.

Con agradables restaurantes, bares o pubs y tiendas, festivales en abundancia, museos, galerías y jardines, Edimburgo tiene algo para todos. Permítanos que lo llevemos en un viaje de descubrimiento.

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